jueves, 20 de octubre de 2016

El declive del romanticismo y el Romanticismo español.

                                          EL DECLIVE DEL ROMANTICISMO.

      Hacia mediados del siglo XIX el romanticismo comienza a dar paso a nuevos movimientos literarios: los parnasianos y el simbolismo en la poesía, el realismo y el naturalismo en la prosa, pero siguió cultivándose en toda Europa y América, sin su carga original audaz, como un calco repetitivo y con gran éxito de lectores.

                                         
                                           EL ROMANTICISMO ESPAÑOL.

      El romanticismo llega a España con retraso al respecto al resto de los países europeos, y no es particularmente fecundo. Su desarrollo está condicionada por la situación política marcada por el absolutismo de Fernando VII. El erudito José Joaquín de Mora, exiliado en Francia, envió a los Bochl de Faber, entonces Códiz de los primero romances protorománticos, y más tarde, durante su exilio en Londres (1823), junto con Alcalá Galiano y Blanco White, fue uno de los impulsores del romanticismo español. Tras la muerte del monarca y el regreso de los exiliados se señala al año 1834 como fecha del triunfo del romanticismo em España. Se estrenan entonces la conjuración de Venecia, de Martínez de la Rosa, Macías de Larra y se publican poesías de Salas y Quiroga. Algunos críticos señalan el fin del auge romántico en las letras españolas hacia 1844, año del estreno de Don Juan Tenorio de Zorilla. El principal exponente del romanticismo en España, que supo sintetizar en su vida y su obra el espíritu romántico, fue José de Espronceda, considerado por algunos el gran poeta español moderno. Entre sus principales obras de arte cabe mencionar sus poesías (1840), donde reúne las composiciones realizadas hasta ese momento y El diablo mundo (1840).

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